SELLO | FIESTAS DE LA VIRGEN BLANCA, VITORIA-GASTEIZ


FIESTAS DE LA VIRGEN BLANCA, VITORIA-GASTEIZ

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 4111


Temática: Fiestas populares

Fecha de puesta en circulación: 30 de julio de 2004

Procedimiento de impresión: Huecograbado

Papel: Estucado, engomado, fosforescente

Dentado: 13 3/4

Formato: 28,8 x 40,9 mm (vertical)

Valor postal: 0,27 €

Tirada: 1.000.000

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

Muchos son los sellos emitidos en la serie denominada Fiestas Populares con la que se dan a conocer algunos de los festejos más característicos de nuestra geografía. Valgan como referencias los dedicados a las Fiestas de San Fermín, en Pamplona; las Fallas, en Valencia; la Romería del Rocío, en Huelva; el Paso del Fuego, en San Pedro Manrique (Soria) o las Fiestas de San Juan, en Ciudadela (Menorca). A ellos se une el dedicado a las Fiestas de la Virgen Blanca, en Vitoria-Gasteiz, al cumplirse el 50 aniversario de la coronación de la Virgen.

Las fiestas se inician el 4 de agosto con la Bajada del Zeledón, un muñeco tocado con chapela y paraguas que simboliza al aldeano alavés. Esta tradición se implantó en el año 1957, cuando un grupo de jóvenes decidió "hacer algo diferente" y crearon el descenso del personaje estableciendo una analogía entre el muñeco y los campesinos de la provincia que se acercaban a la ciudad para celebrar las fiestas. Cuenta la tradición que a las 6 en punto de la tarde el alcalde dispara el chupinazo y comienza la bajada del muñeco desde la Torre de la Iglesia de San Miguel hasta la plaza, donde todos los asistentes encienden un puro que genera una nube de humo azulado. Hoy día, el puro se ha sustituido por el descorche de botellas de cava con las que se rocían a la multitud. Los festejos concluyen el 9 de agosto a la una de la madrugada, cuando el Celedón desaparece en las alturas, diciendo adiós a la ciudad, y se entona el canto de la Salve ante la Virgen Blanca, patrona de la localidad. Nuestra Señora de las Nieves, llamada también Virgen Blanca, se encuentra en la Iglesia de San Miguel y es una talla realizada en 1854 por el escultor Alejandro Valdivieso. La decoración de la capilla hace alusión a la historia que tuvo lugar en el Monte Esquilino (Roma), en el siglo IV, donde se encontró el lugar nevado -a pesar de las temperaturas propias del mes de agosto- y se construyó un templo en honor de la Virgen. En Vitoria, el culto a la Virgen Blanca comenzó con la fundación de la ciudad por el rey Sancho VI, en 1181. En el siglo XVII surgió la Cofradía de Nuestra Señora la Virgen Blanca, encargada de las actividades relacionadas con su devoción. En 1921 fue declarada Patrona de Vitoria y en octubre de 1954 fue coronada canónicamente como Reina de la Ciudad, en una ceremonia a la que acudieron miles de ciudadanos.