SELLO | CLAUSTRO DE SANTA MARÍA LA REAL, NÁJERA

CLAUSTRO DE SANTA MARÍA LA REAL, NÁJERA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 2050

Fecha de puesta en circulación: 24 de julio de 1971

Procedimiento de impresión: Calcografía

Dentado del sello: 12 ¾

Formato del sello: 40,9 X 24,9 mm (horizontal)

Valor postal: 7,5 Pta.

Tirada: 6.000.000

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO 

El Claustro de los Caballeros del monasterio de Santa María la Real de Nájera es una de las joyas de la arquitectura de la comunidad riojana. Su sobrenombre se debe a que fue elegido por muchos miembros de la nobleza de La Rioja para ser residente de sus restos mortales. El claustro está profusamente decorado con arquerías apuntadas que se cierran en su tercio superior con tracerías de claraboya de extrema delicadeza. El estilo principal de esta construcción es el plateresco, y en la composición se muestran diferentes planos, siendo sostenidos por tres finísimas columnas. La construcción del claustro no se terminó hasta el año 1528.

SELLO | IGLESIA DEL CRUCIFIJO, PUENTE DE LA REINA, NAVARRA

IGLESIA DEL CRUCIFIJO, PUENTE DE LA REINA, NAVARRA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 2051

Fecha de puesta en circulación: 24 de julio de 1971

Procedimiento de impresión: Calcografía

Dentado del sello: 12 ¾

Formato del sello: 24,9 X 40,9 mm (vertical)

Valor postal: 8 Pta.

Tirada: 6.000.000

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

El Crucifijo gótico emplazado ante la portada de la iglesia de Santiago de Puente de la Reina es extraordinario por la forma insólita que adopta la cruz, forma de ¡Pata de Oca!. Los brazos laterales de la cruz toman la forma de una Y, formando entre sí un ángulo agudo, mientras que el palo central se prolonga hasta la altura de dicho brazos. Por otra parte, los maderos semejan un árbol sin labrar al que simplemente se ha despojado de sus ramas secundarias, apreciándose los nudos y rugosidades de su corteza así como los tocones de las ramas cortadas. La corona está constituida por dos gruesas sogas trenzadas de grandes espinas. Los pies, desproporcionadamente grandes, evocando caminos polvorientos, sendas abruptas. Y el rostro sin sufrimiento, perdido en otra dimensión, interiorizando y trascendido.