SELLO | INFRAESTRUCTURAS POSTALES EN LA ÉPOCA COLONIAL

INFRAESTRUCTURAS POSTALES EN LA ÉPOCA COLONIAL

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 4752


Temática: Varios temas

Fecha de puesta en circulación: 16 de octubre de 2012

Procedimiento de impresión: Offset

Papel: Estucado, engomado, fosforescente

Dentado: 13 3/4

Formato: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)

Efectos en pliego: 50

Valor postal: 0,85 €

Tirada: 300.000

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO


En plena cordillera de los Andes, y diseminadas a lo largo de la ruta internacional nº 7, se construyeron en época colonial una serie de “casuchas de la cordillera” con el fin de mantener durante todo el año las comunicaciones postales entre Mendoza (Argentina) y Santiago de Chile. A modo de refugios de alta montaña, donde la mole andina alcanza una altura media de 4.000 metros y los caminos se hacían intransitables, las “casuchas” sirvieron de albergue para los correos y viajeros que cruzaban la gran cordillera.

Por orden del gobierno español en Chile, el capitán general del Reino, Antonio Guill y Gonzaga, mandó construir a mediados del siglo XVIII las casas de la cordillera o “Casas del Rey”. El proyecto de construcción, con la descripción de las características que debían de reunir los refugios, fue realizado por Ambrosio O’Higgins, quien con una delegación de funcionarios había atravesado previamente las montañas en pleno invierno, viendo como muchos de sus compañeros sucumbieron por el frío. Tras éste desventurado viaje, O’Higgins y el ingeniero Garland, ambos irlandeses, fueron designados para construir las “casuchas”, que se pusieron en pie entre 1765 y 1770.

Los refugios se trazaron sobre el Camino Real utilizado por los Incas y constaban de una planta cuadrada o circular, de unos 25 m2 de superficie, y techos abovedados para facilitar el escurrimiento de la nieve. Las bases se elevaban muy por encima del suelo circundante para permitir el acceso aún en las peores condiciones climáticas. Se construyeron en ladrillo cocido de procedencia chilena, asentados con mortero de cal muy resistente. Como equipamiento interior debían tener un armario de madera con azúcar, charqui, maté y ají, para el mal de altura, y leña para el fuego. Las provisiones corrían a cargo de la Renta del Correo.

Partiendo de Mendoza y en dirección Este a Oeste se construyeron las casuchas de: Punta de Vacas, Puquíos, Paramillos, las Cuevas y la Cumbre, en territorio argentino, y las Calaveras, Juncalillo y Ojos de Agua, en zona chilena. En la actualidad únicamente quedan en pie Puquíos, Paramillos y las Cuevas, en Argentina.

Por la naturaliza del terreno, los correos hacían el trayecto a pie con la correspondencia al hombro, y antes de partir recibían del administrador de Correos las llaves de cada una de las casuchas. Estas construcciones han servido de refugio a personajes como el científico Charles Darwin y el botánico John Miers, entre otros.

En el sello se reproduce la casucha de Paramillos.