SELLO | AÑO SANTO COMPOSTELANO

AÑO SANTO COMPOSTELANO

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 1672

Fecha de puesta en circulación: 25 de julio de 1965

Procedimiento de impresión: Huecograbado

Formato del sello: 28,8 x 33,2 mm (vertical)

Dentado: 13

Valor postal: 1 Pta.

Tirada: 10.000.000

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

El Año Santo de 1965 fue singular también porque el poder civil adquierió un protagonismo organizativo paralelo a la estructura eclesiástica que, con mayor o menor fortuna, llega hasta el presente. Entre las iniciativas civiles pioneras que toma el Gobierno español ese año sobresale la primera campaña de promoción cultural y turística de la historia jubilar. Se desarrolla en España y otros países y alcanza por primera vez al Camino Francés, en una línea de acción que inspiraría la acción gubernamental en 1971, 1976 y 1982. Se crea también en Santiago la primera infraestructura específica de acogida para peregrinos.

SELLO | LA CUADRA 1900

LA CUADRA 1900

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 2409

Fecha de puesta en circulación: 23 de abril de 1977

Procedimiento de impresión: Huecograbado

Dentado: 13 ¼

Formato del sello: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)

Valor postal: 2 Pta.

Tirada: 7.000.000

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

La Cuadra. Nos encontramos aquí con la primera marca que fabricó automóviles en España. Emilio de la Cuadra Albiol nació en Sueca (Valencia) en 1859. Emilio de la Cuadra optó por la fabricación de vehículos con propulsión eléctrica, en parte probablemente por su experiencia en dicho campo, quizás también obligado, debido a la exclusiva de la construcción de vehículos con motor de explosión que Bonet había obtenido en 1894. El proyecto era fabricar un camión, un ómnibus y un coche. Al tiempo que se inicia la actividad en este terreno, de la Cuadra obtiene también la representación de los automóviles Benz, a través del agente de la marca germana en Barcelona, la empresa Roereche y Compañía. 

Con de la Cuadra trabajan en la nueva empresa el ingeniero de origen suizo Carlos Vellino, que poseía una fábrica de acumuladores eléctricos en Barcelona, y Domingo Támaro, piloto de la marina mercante y aficionado al nuevo mundo del automóvil. La empresa empezó a funcionar, pero lo que sobre el papel era sencillo, en la práctica se complicaba; los vehículos eléctricos funcionaban, pero no más allá de 4 o 5 kilómetros en el mejor de los casos, antes de que las baterías se agotaran y dejaran al vehículo parado.