SELLO | CATEDRAL DE PALMA DE MALLORCA

CATEDRAL DE PALMA DE MALLORCA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 4743


Temática: Catedrales

Fecha de puesta en circulación: 10 de septiembre de 2012

Procedimiento de impresión: Offset

Papel: Estucado, engomado, fosforescente

Dentado: 13 3/4

Formato del sello: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)

Formato de la hoja bloque: 79,2 x 105,6 mm (vertical)

Valor postal: 2,90 €

Tirada: 280.000 hojas bloque

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

La Seu o Catedral de Palma de Mallorca, con más de 100 metros de largo y una altura interior que supera los 40 metros, está dedicada a la asunción de Santa María.

Cuenta la leyenda que cuando Jaime I el Conquistador se embarcó hacia la conquista de Mallorca hubo tal tormenta que prometió elevar un templo a la Madre de Dios si se salvaban sus naves. Y así parece que sucedió puesto que tras la conquista, en 1229, se inició la construcción de una capilla en el lugar que ocupaba la anterior mezquita, que fue derruyéndose a medida que avanzaban las obras. El nuevo templo se planteó con una sola nave, pero en la segunda mitad del siglo XIV se cambió la estructura, lo que justifica la diferencia entre la cabecera y las naves.

Con clara influencia del arte llegado de Cataluña, Francia e Italia, la catedral se enmarca en un estilo gótico levantino, con una planta de salón formada por tres naves sin girola ni crucero. Entre los contrafuerte de los laterales se disponen varias capillas y en la cabecera, de gran originalidad al salir unos volúmenes de otros, se encuentran otras tres capillas más. Existe una gran diferencia de altura entre la nave central, que llega a alcanzar los 44 metros, y las dos laterales. Las naves se separan por arcos apuntados sobre pilares octogonales, muy finos y de gran altura, que son considerados una joya arquitectónica. En el conjunto destaca el enorme rosetón, uno de los mayores del mundo gótico, cuyos nervios dibujan la estrella de David. Cuenta con 83 ventanales.

La catedral se finalizó y consagró en 1601, mientras que el claustro data del siglo XVIII. En ella recibieron sepultura reyes, nobles y obispos de la isla.

A principios del siglo XX, el obispo de Palma encargó al arquitecto Antoni Gaudí las obras de reforma y recuperación de La Seu. Esto supuso la eliminación del coro de la nave central para trasladarlo a los laterales; el desmonte de los retablos gótico y barroco que fueron emplazados en otros lugares, y la colocación de un baldaquino en el altar mayor. Gaudí introdujo una serie de elementos ornamentales de estilo modernista que imprimen un sello característico a la catedral.

En la hoja bloque se reproduce una parte de la fachada principal, con las torres y arbotantes, y en el sello una vista general del templo tomada desde la cabecera.