SELLO | CUEVA DE ALTAMIRA

PATRIMONIO MUNDIAL CUEVA DE ALTAMIRA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 4965

Temática: Patrimonio mundial

Fecha de puesta en circulación: 27 de abril de 2015

Procedimiento de impresión: Calcografía + Offset + Hueco barniz

Papel: Estucado, engomado, mate, fosforescente

Formato de la hoja bloque: 150 x 104,5 mm (horizontal)

Formato del sello: Circular 32 mm

Valor postal: 3 €

Tirada: 280.000 hojas bloque

Diseño: Fábrica Nacional de Moneda y Timbre

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

La Cueva de Altamira, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985, es el motivo de esta emisión formada por una hoja bloque que, impresa con un ligero relieve para simular el original de la caverna, reproduce una de las pinturas rupestres más conocidas. En el sello aparece la moneda de la Cueva de Altamira puesta en circulación en 2015.

Situada en el término municipal de Santillana del Mar (Cantabria), la Cueva de Altamira fue el primer lugar del mundo en el que se identificó la existencia del Arte Rupestre durante el Paleolítico superior. El hallazgo fue hecho por el estudioso Marcelino Sanz de Sautuola, quien visitó la cueva por primera vez en 1875, época en que la ciencia oficial no admitía la existencia del arte en el periodo paleolítico. Durante más de 20 años la comunidad científica internacional se negó a asumir la veracidad de las pinturas y entabló disputas sobre el tema, hasta que en 1902, el prehistoriador francés E. de Cartaihac publicó “Mea Culpa d´un sceptique”, reconociendo el valor original.

La cueva tiene más de 270 metros de largo, con un trazado irregular por distintas salas, cubiertos de pinturas hechas hace unos 15.000 años. El más famoso es el techo de los policromos, con figuras de grandes caballos de color rojo, bisontes, ciervos, toros, manos pintadas en positivo y en negativo, signos, puntos y otras representaciones. Para pintar utilizaron pigmentos naturales: los rojos o pardos eran obtenidos del óxido de hierro y el negro, del carbón, aplicados bien directamente o disueltos en agua. Para dar mayor volumen y sensación de relieve a las figuras aprovecharon los salientes del techo y de las grietas. La cueva reúne unos 70 grabados en la roca y cerca de 100 figuras pintadas, constituyendo el yacimiento rupestre más importante de la historia de la Humanidad en el Paleolítico superior. En la misma se encontraron, también, objetos de sílex, huesos, restos de fauna y conchas que ha servido para fijar la época de la cueva y de sus pinturas policromadas.

Próximo al yacimiento, y para evitar el deterioro del mismo, en el año 2001 se abrió al público el Museo de Altamira, que permite conocer cómo era la vida en aquellos tiempos.