SELLO | CAMINO DE SANTIAGO

CAMINO DE SANTIAGO

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 5056


Temática: Varios temas

Fecha de puesta en circulación: 25 de abril de 2016

Procedimiento de impresión: Offset

Papel: Autoadhesivo fosforescente

Formato: 35 x 24,5 mm (horizontal)

Efectos en pliego: 50

Valor postal: Tarifa B

Tirada: Ilimitada

Diseño: Tau Diseño, S.A

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

El día 15 de julio de 1937 se emitieron los tres primeros sellos dedicados al Camino de Santiago. Estos tres sellos que tenían como motivos El Apóstol Santiago, la Catedral y el Pórtico de la Gloria respectivamente, fueron impresos en litografía en la imprenta “Hijos de Fournier” de Vitoria, con el título de “Año Jubilar Compostelano”.

Desde entonces han sido muchos los sellos dedicados al Camino de Santiago y este año, Correos vuelve a emitir uno con este motivo. El sello presenta la imagen de la fachada principal de la Catedral de Santiago con algunos peregrinos llegando a ella. También, de fondo, la vegetación recuerda la naturaleza que acompaña el Camino. Completa la composición la “vieira” que simboliza el Camino de Santiago.

La peregrinación a pie a Santiago de Compostela es una experiencia muy gratificante pero también un reto físico y mental. A través de las numerosas rutas que llevan a Santiago y durante siglos han transitado personas de toda índole y condición: peregrinos de buena fe, por penitencia, juglares, vagabundos, aventureros o bandidos.

Unos, como los penitentes religiosos, realizaban el camino porque sentían un deseo insostenible de visitar el lugar donde reposaban los restos del Apóstol; otros, caminaban para cumplir una promesa efectuada al Santo si les ayudaba a resolver alguna de sus cuitas. Gente que se había recuperado de una enfermedad o enfermos que pensaban recobrar la salud llegando hasta la capital gallega, han recorrido los caminos con fe y devoción.

Por otro lado estaban aquellos peregrinos que realizaban el recorrido como castigo, impuesto bien por la autoridad civil o bien por la autoridad eclesiástica y saldaban así sus penas.

Otros eran simplemente aventureros que tenían deseo de conocer mundo, incluso, hubo muchos peregrinos que lo hicieron para cumplir con cláusulas testamentarias y conseguir así una herencia. Hoy en día son muchos los peregrinos y muchos los motivos que les llevan hasta Santiago de Compostela.