¡Fíjate bien! Si tienes sellos o monedas con errores puedes tener un tesoro

Correos presentó en León un sello dedicado a esta provincia en el que, por error, aparecía la catedral de Burgos. El experto numismático y CEO de Pulifil, Rubén Pulido, explicó a OKDIARIO que el valor de esta pieza se había disparado hasta diez veces su valor, que era de sólo 0,55 céntimos y podría superar, con creces, los cinco euros. Pero, ¿podemos tener por casa alguna pieza -sello o moneda- que nos pueda dar una alegría? La respuesta es sí.

Los errores en la numismática y en la filatelia siempre han estado ahí, no olvidemos que la impresión de un sello/billete y la acuñación de una moneda es un proceso de fabricación más y, como tal, tiene su margen de error”, explica Rubén Pulido, que subraya que, a diferencia de otros productos, los errores en las monedas, sellos o billetes, se pagan.

Cuando se produce un error y este sale a circulación por otro error, estas piezas se convierten en objetos realmente cotizados ante su peculiaridad errática y su escasez ya que, normalmente, “cuando se producen estas anomalías son rápidamente reparadas pero, mientras tanto, puede ocurrir que accidentalmente estas piezas sean puestas en circulación”, continúa Rubén.

“Es algo que ocurre en todas las fábricas a nivel internacional y existen coleccionistas que se dedican exclusivamente a coleccionar estos errores o a detectarlos“, afirma el experto numismático, que recuerda que existen verdaderos “apasionados” que dedican su tiempo a “observar las bolsas bancarias con el fin de encontrarse con esa errata que les reporte un buen beneficio”.

Centrándonos en España, repasemos algunos de los errores mas peculiares y sonados:


La peseta más cara del mundo

La peseta de Benlliure
La peseta de Benlliure

La peseta de Benlliure es como se le conoce a la peseta más cara del mundo, se trata de la moneda de 1 Peseta de 1946. “Tras el triunfo bélico del 1 de abril de 1939, el gobierno de Franco usó la moneda antigua, hasta que en 1944 acuñó el primer ejemplar de 1 peseta, basado en el busto que Mariano Benlliure había creado del general”, explica Pulido.

La pieza fue presentada a Franco, que la rechazó porque no le gustaba la caída del cuello. Por ello, en 1946 se hizo otra, que pasó “el corte” y se puso en circulación. Sin embargo, alguien tuvo un lapsus y, a las nuevas pesetas sumó las originales, sin que nunca se haya podido saber cuántas hay.

Fuentes expertas a lo largo de la historia siempre han afirmado que la cantidad aproximada puede estar en torno al centenar aunque no es muy habitual encontrarse con una de ellas, es siempre importante destacar que dado que es una pieza excepcional, el número de falsificaciones es notable. Su valor puede ir desde los 3.000 € a los 5.000 €, dependiendo del grado de conservación. La empresa de Rubén Pulido, Pulifil, vendió por 3.500 euros este ejemplar.

50 céntimos de 1949

Moneda de 50 céntimos de 1949 con las flechas hacia abajo
Moneda de 50 céntimos de 1949 con las flechas hacia abajo

A fin de complementar la peseta, en el año 1949, Francisco Franco ordenó la emisión de monedas de 50 céntimos que homenajeaban en su anverso a la Marina Española. A partir de Diciembre de 1950 se comenzaron a emitir estas monedas, cuya producción continuaría hasta 1966.

En un principio el reverso mostraba las flechas apuntando hacia abajo en su reverso, de acuerdo con la tradición; no obstante, a principios de 1951 se recibió la orden verbal del Ministerio de Hacienda de cambiar el troquel para que el haz de flechas apuntara hacia arriba, cosa que se llevó a cabo con la mayor celeridad.

Moneda de 50 céntimos de 1949 con las flechas hacia arriba
Moneda de 50 céntimos de 1949 con las flechas hacia arriba

Parece ser que este cambio respondía a una propuesta del Ministro Secretario del Movimiento (que entonces era el responsable del funcionamiento del partido único, la Falange Española) aprobada por el Consejo de Ministros. Al no existir una disposición escrita que explicara la motivación de este repentino cambio, sólo podemos hacer conjeturas, que normalmente pasan por una mera cuestión de imagen, y al hecho de que el emblema de Falange Española presentara el haz de flechas superpuesto al yugo apuntando hacia arriba, explica Rubén Pulido.

Tras la orden de puesta en circulación de las piezas con las flechas hacia arriba, también se ordenó retirar toda pieza que no tuviese el sentido correcto de las mismas, con ello, las pocas piezas que quedaron en circulación son hoy día preciadas por coleccionista, su valor sonda los 30 €.

2 Pesetas 1955

Sello de dos pesetas de Franco rojo.
Sello de dos pesetas de Franco rojo

En esta ocasión la controversia gira en torno a un sello, se trata de un sello de 2 pesetas que fue emitido el 28 de Febrero de 1955. Según datos de la época este sello fue retirado porque al parecer su tonalidad era muy similar a la del sello de 1 peseta de la misma época.

Este sello era naranja y el sello de 2 pesetas en cuestión era de color rojo, entonces se dice que en ocasiones, por dicha semejanza en la tonalidad, había errores a la hora de venderlos y los estanqueros podrían confundirse y entregar el sello de 2 pesetas en lugar del de 1 peseta, y en aquella época 1 peseta era un ‘dinerillo’”, explica el CEO de Pulifil.

Sello de 1 peseta rojo.
Sello de 1 peseta rojo

Este sello de 2 pesetas, denominado como el 2 pesetas ‘rojo’, fue rápidamente sustituido, según nos explica Pulido, por un billete de 2 pesetas púrpura. “No obstante y a pesar de existir dicha versión oficial, existe cierto rumor de que en realidad el motivo de peso no fue que las tonalidades fuesen similares sino que este sello comenzó a llamarse el 2 pesetas ‘rojo’ y esto no gusto al Caudilloque ordenó inmediatamente que destruyera dicho sello”, explican desde Pulifil.

Sellos de dos pesetas morado
Sellos de dos pesetas morado

En la actualidad el valor de un sello de 2 pesetas rojo sin matasellar puede rondar los 20-30 €.

Moneda de 25 pesetas 1995 Castilla (y) León


Moneda de 25 pesetas sin la conjunción ‘y’
Moneda de 25 pesetas sin la conjunción ‘y’

Rubén Pulido explica que en el año 1955 nuevamente la controversia giró en torno a la comunidad de Castilla y León, y es que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre decidió homenajear a la Comunidad emitiendo una moneda de 25 pesetas. Sin embargo, alguno de los operarios de la FNMT olvidó un ‘detalle’: la conjunción. Obvió la Y y 221.963 ejemplares fueron acuñados con ‘Castilla León’.

Un error que enfadó a unos cuantos. “Obligó a volver a realizar la tirada y provocó que las escasas monedas que se salvaron de ser destruidas y conservan aquel fallo se hayan revalorizado”, recuerda Pulido, que explica que, en la actualidad, los catálogos que manejan las numismáticas muestran cómo su valor, sólo de las que no cuentan con la Y, se ha multiplicado por 732. Lo cifran en 110 euros (18.302 pesetas).

Moneda de 25 pesetas con la conjunción ‘y’
Moneda de 25 pesetas con la conjunción ‘y’

Moneda de 25 pesetas con el agujero mal

Moneda de 25 pesetas con el agujero mal
Moneda de 25 pesetas con el agujero mal

Por último, también existen otros errores que se producen mas comúnmente, aunque “también es cierto que registran atractivas cotizaciones por su peculiaridad y se trata de errores mas ligados a la ‘anatomía’ de las monedas, sellos o billetes, como pueden ser un leve o pronunciado desplazamiento en la perforación de una moneda o sello. Estos errores, también ‘se pagan'”, afirma Rubén Pulido.

Sellos de una peseta mal troquelados
Sellos de una peseta mal troquelados

Desde Pulifil recuerdan, eso sí, que existen muchas falsificaciones y alteraciones de estas piezas tan codiciadas por coleccionistas, por ello es sumamente importante contar siempre con el asesoramiento de un profesional experto en la materia.

Fuente: okdiario.com