SELLO | CAMINO DE LA LANA

CAMINO DE LA LANA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 5244


Temática: Tradiciones y costumbres

Fecha de puesta en circulación: 16 de julio de 2018

Procedimiento de impresión: Offset

Papel: Estucado, engomado, fosforescente

Formato del sello: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)

Dentado: 13 ¾ (horizontal) y 13 ¼ (vertical)

Efectos en pliego: 25

Valor postal: 1,35 €

Tirada: 180.000

Diseño: Producciones Pantuás y Asociación de Guadalajara del Camino de Santiago

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO


Dentro de la serie Tradiciones y Costumbres, se emite un sello dedicado al Camino de la Lana una la ruta ganadera que seguían los esquiladores, ganaderos y comerciantes relacionados con las mercancías de la lana y derivados de esta, y unía al gran productor ovino de La Mancha con Burgos, capital comercial de la lana durante los siglos XVI y XVII. En el aspecto jacobeo, existe una peregrinación documentada por esta ruta en la primavera de 1624 de Francisco Patiño, María Franchis y Sebastián de la Huerta, quienes inician su peregrinación en la población de Monteagudo de las Salinas.

Los puntos de origen actuales del camino de la lana se encuentra en distintas ciudades como Alicante y Valencia, transcurriendo por los caminos levantinos y pasando por localidades como Novelda cuya asociación es una de las principales precursoras del renacimiento y recuperación de este camino en la era contemporánea, hasta llegar a la provincia de Albacete en la que hay localidades de cierta relevancia como Caudete por ser punto de confluencia de distintos caminos Jacobeos del Sureste peninsular y Alatoz, donde se encuentra la sede de la asociación que preside esta provincia.

Atravesando Cuenca, provincia de gran raigambre jacobea, llegamos a la localidad de Monteagudo de las Salinas, capital histórica de este camino, donde podremos visitar uno de sus promontorios en el que se ubica el monumento que hace alegoría a este hecho detallado anteriormente y en el que se basa la temática de la edición del sello. Pasamos por Cuenca capital, esplendida ciudad patrimonio cultural, partiendo dirección norte hasta llegar a Villaconejos de Trabaque, sitio de reconocido prestigio por su tradición de acogimiento íntimo y personal al peregrino.

En la provincia de Guadalajara, nos da acogida el estandarte de sus albergues en la población de Salmerón, se trata de un antiguo palacete adaptado a este efecto. Pasaremos por núcleos de población con un gran patrimonio histórico como Trillo y Cifuentes. Como única variante del camino que volverá a confluir de nuevo en la población medieval de Atienza, encontramos el tramo que atraviesa la localidad de Sigüenza, poseedora de una espléndida catedral entre otros bellos edificios, sin olvidar en este mismo trazado la población de Palazuelos, denominada “la pequeña Ávila de Guadalajara” por la muralla que la rodea.

Una vez empezamos la provincia de Soria encontraremos Retortillo de Soria, municipio que conserva dos pórticos y 300 m de muralla de piedra como vestigio de una época medieval en que la villa estaba fortificada. Prosiguiendo llegaremos a través de un valle abrupto y serpenteante que acompaña al rio Caracena hasta la localidad que lleva este mismo nombre y que tiene el orgullo de albergar una joya del románico del siglo XII que es la Iglesia de San Pedro, patrimonio histórico nacional y uno de los emblemas de este camino. A reseñar también la población de San Esteban de Gormaz, uno de los núcleos más importantes de Soria y con un gran patrimonio entre los que se encuentra su Castillo, el más extenso de Europa.

Burgos nos recibe y nos colma de buenas sensaciones alegrándonos la vista con poblaciones como Santo Domingo de Silos y su precioso monasterio, aparte de otra larga lista de gran interés, empezando por su entorno y la espectacular imagen de esta villa cuando entras haciendo el camino desde el alto del monte que da acceso a ella. Covarrubias es en si un monumento, conservando su esencia y aspecto de antaño, no en vano por todo ello ostenta la certificación oficial de “pueblo bonito de España”. Mecerreyes es un pueblo acogedor y pintoresco donde el trato al peregrino es exquisito, ofreciendo un albergue de la máxima calidad en un edificio restaurado al gusto de las antiguas casas labriegas.

El sello se compone de una ilustración donde aparecen varios elementos característicos de este camino como las ovejas o el monumento de Monteagudo de las Salinas donde reposa una mochila de peregrino.