SELLO | IV CENTENARIO DE LA DEFENSA DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

IV CENTENARIO DE LA DEFENSA DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 3649

Temática: Efemérides

Fecha de puesta en circulación: 25 de junio de 1999

Procedimiento de impresión: Huecograbado

Papel: Estucado, engomado, mate y fosforescente

Dentado: 13 ¾

Formato de los sellos: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)

Efectos en pliego: 50

Valor postal: 70 Pta

Tirada: 1.500.000

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

La filatelia recuerda este momento sublime con la emisión de un sello que reproduce el escudo de la ciudad y el ataque de la armada holandesa a Gran Canaria, según un grabado realizado por De Bry en el siglo XVI, que se conserva en la Casa-Museo Colón de Las Palmas.

La isla de Gran Canaria cuenta con una fecha significativa que pudo cambiar el rumbo de su historia: 1599, cuando la armada holandesa, al frente del almirante Pieter van der Does, desembarcó en la isla con fines de invasión. Por su situación geográfica, Gran Canaria constituía un punto estratégico que servía de punto de unión entre la península y América. Esta situación privilegiada fue objeto de codicia para ingleses y holandeses que intentaron en repetidas ocasiones hacerse con el territorio. Y así, en junio de 1599 la escuadra holandesa dirigida por Van der Does inicia el ataque a la isla por el Puerto de Las Isletas. El gobernador militar de la isla, Alonso de Alvarado, organiza inmediatamente la defensa formada por cinco compañías de milicias de la guarnición de la capital, artillería de campo y campesinos armados; a los que se une el obispo de la isla y sus servidores; el regente de la Real Audiencia y los suyos. La invasión fue tan feroz que los isleños se replegaron al interior de la capital, con Alonso de Alvarado herido de muerte. Nuevos ataques del enemigo obligan a la población a retirarse al interior de la isla, donde se dispone la defensa final. Cuenta la historia que apenas 2.000 hombres mal armados, pero estratégicamente organizados, hicieron retroceder a la legión holandesa formada por más de 12.000 soldados. A su favor jugaron factores como el conocimiento de la orografía, las tácticas de organización y el efecto multiplicador de los milicianos canarios.