SELLO | BLANCA FERNÁNDEZ OCHOA

BLANCA FERNÁNDEZ OCHOA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO 

Número EDIFIL: 5415

Temática: Personajes

Fecha de puesta en circulación: 26 de junio de 2020

Procedimiento de impresión: Calcografía + Offset + cold foil + golpe seco + R.A

Soporte: Estucado, engomado, fosforescente

Formato del sello: 54,9 x 38,4 mm (horizontal)

Formato de la Hoja bloque: 150 x 104,5 mm (horizontal)

Dentado: 13 ¼ (horizontal) y 13 (vertical)

Valor postal: 4 €

Tirada: 140.000 Hojas bloque

Diseño: Juan A. González (Filatelia)

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

En los juegos de 1900 en París, 22 mujeres compitieron en tenis y en golf. En los juegos de Ámsterdam de 1928, el diez por ciento de los deportistas fueron mujeres. Ya en nuestra época, sin nos remontamos a los últimos Juegos Olímpicos en Río, las mujeres representaron el cuarenta y cinco por ciento de los participantes.

Se puede decir que, aunque queda mucho camino por andar, se han superado muchos prejuicios sobre los roles de género en el deporte.

El deporte femenino en España también ha evolucionado, desde Lilí Álvarez, primera deportista española de la historia a Paz Corominas, primera nadadora española finalista en su especialidad; o Margot Moles pionera del atletismo femenino español, que desempeñó también en otros deportes como el esquí, el lanzamiento de disco, peso y martillo, el hockey y la natación, pasando por Miriam Blasco, primera medalla de oro en judo.

Correos, siempre apoyando al deporte español, ha seguido de cerca las hazañas del deporte femenino y les dedica a estas mujeres, en concreto, a las deportistas olímpicas, una hoja bloque que tiene como protagonistas a tres mujeres que han hecho historia en el deporte olímpico: Lilí Álvarez y Margot Moles como pioneras en unas Olimpiadas; y Blanca Fernández Ochoa, primera mujer española en ganar una medalla olímpica. Lo hizo en el eslalon de los Juegos Olímpicos de Invierno de Albertville en 1992.

Blanca Fernández Ochoa se hizo con el bronce, una medalla que le supo a oro después de que cuatro años antes, en Calgary, Canadá, una caída le impidió subir a lo más alto del podio.

El sello recoge un bello primer plano de la esquiadora llevándose a la boca la medalla de bronce para besarla y celebrar así su victoria.

Blanca nos dejó demasiado pronto, pero siempre quedará en la memoria de todos su gran sonrisa, esa que llevó tanto en la competición como en la vida.