SELLO | ROSA

ROSA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 5517

Temática: Flora

Fecha de puesta en circulación: 17 de septiembre de 2021

Procedimiento de impresión: Offset + olor

Soporte: Estucado, engomado, fosforescente

Formato del sello: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)

Efectos en pliego: 25 sellos

Valor postal: 4,15 €

Tirada: 160.000 sellos

Diseño: Juan A. González (Filatelia)

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

Si hay un olor que el imaginario popular asocia a los bueno, a lo agradable, ese es el olor a rosa. Un sello con este aroma se emite dentro de la serie Flora, con la que Correos cada año dedica un pequeño homenaje a especies vegetales que crecen en nuestro país, como anteriormente hizo con otras como el clavel en 2006, la violeta en 2007 o la camelia en 2008.

Esta emisión muestra un primer plano del capullo de una rosa, con sus delicados pétalos de un rojo intenso. El aroma a rosa es un aroma clásico y perdurable. La rosa es casi un emblema. Hay referencias culturales desde la antigüedad, en las que esta flor era símbolo de la belleza, del amor o de la felicidad. Por ello, su iconografía ha sido frecuentemente utilizada en emisiones filatélicas, como el carné de 2002 titulado La flor y el paisaje, donde se recogen fragmentos de nueve obras del pintor extremeño Eduardo Naranjo, en la que se reproduce varias rosas.

Esta temática es muy seguida también por la filatelia internacional. En países asiáticos como China o Bután, las flores son protagonistas de muchos de sus sellos debido a la arraigada tradición en torno a ellas. Los jardines de rosas son un espectáculo para los sentidos. Las rosaledas componen una expresión de colores y olores dibujando paisajes impresionantes dignos de cualquier obra de arte. Como dato curioso, existe un simbolismo asociado al color de las rosas, siendo las rojas las asociadas al amor o la pasión, las blancas a la pureza o las amarillas a los celos y a la infidelidad. La rosa decora un jardín o una mesa elegante. La rosa comparte alegrías y consuela la tristeza. Es quizás su propia morfología un ejemplo de esto mismo: la belleza de sus pétalos frente al peligro de sus espinas.