DATOS TÉCNICOS DEL SELLO
Número
EDIFIL:
Temática:
Ciencia
Fecha de
puesta en circulación: 23 de octubre de 2024
Procedimiento
de impresión: Offset
Papel: Estucado,
engomado, fosforescente
Formato del
sello: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)
Dentado del
sello:
Valor
postal: 2,90 €
Tirada: 115.000
Diseño:
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
Desde
tiempo inmemorial los viajeros y navegantes han dado nombre a los accidentes
geográficos. Como la Antártida fue el último de los continentes en ser
descubierto, los primeros cazadores de focas que recorrieron sus costas fueron
bautizando las islas que descubrían y los accidentes geográficos más
destacados. Así fueron apareciendo nombres descriptivos de la actividad que
allí realizaban como “bahía balleneros”, de su aspecto físico como “isla Media
Luna” o de sus gobernantes como “montañas de la Reina Maud”. Con el paso del
tiempo, a estos nombres se fueron añadiendo los de legendarios exploradores
como “mar de Amundsen”, “glaciar de Shackleton” o “isla de Scott”, entre otros
muchos.
Con
la firma del Tratado Antártico en 1959 se convirtió en un lugar para la
solidaridad entre las naciones, sin fronteras ni armas, abierto a todos y donde
las únicas actividades que se pueden realizar están relacionadas con la Paz y
la Ciencia. A partir de ese momento los nombres de científicos empezaron a
aparecer en sus mapas.
Así,
en 2020, la máxima autoridad antártica, el SCAR (Scientific Committee on
Antarctic Research) aprobó, a propuesta del Comité Antártico Búlgaro, que una
isla de aquel continente llevase el nombre del investigador, explorador y
escritor español Javier Cacho. En reconocimiento a su trayectoria profesional
en aquel continente y a su labor de divulgación sobre la Antártida.
La
isla está en las inmediaciones de isla Nevada, una de las 11 grandes islas del
archipiélago de las Shetland del Sur, situado en el extremo de la Península
Antártica. Es una llamativa isla rocosa de 750 m de largo y 350 m de ancho, con
alturas próximas a 75 metros. Cuando se descubrió a principios del siglo XIX,
parecía ser un extremo de la península de Hall, pero hace unas décadas se
fundió el inmenso puente de nieve de casi 200 metros de longitud que lo unía.
En la actualidad, es la única isla que lleva el nombre de un español vivo.
Javier Cacho
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