Mostrando entradas con la etiqueta 5447. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 5447. Mostrar todas las entradas

SELLO | SERENO

SERENO

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO 

Número EDIFIL: 5448

Temática: Oficios antiguos

Fecha de puesta en circulación: 10 de noviembre de 2020

Procedimiento de impresión: Offset + troquel + metalizado

Soporte: Estucado, engomado, fosforescente

Formato del sello: 28,8 x 73,7 mm (vertical)

Efectos en pliego premiun: 6 sellos

Valor postal: 3 €

Tirada: 138.000 sellos

Diseño: Repro art

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

El Pliego Premium recoge algunos de los elementos más representativos de la profesión de sereno, como la gorra o el llavero. El sello, troquelado con forma de llave y con una impresión metalizada, cuelgan de ese llavero, compañero inseparable del sereno.

Se tienen noticias de esta profesión desde al menos 1715, creándose el Cuerpo de serenos el 12 de abril de 1765. Su primera regulación conocida es el Real Decreto de 16 de septiembre de 1834. Los serenos debían vivir en el barrio donde trabajaban, no tener antecedentes penales, entre 20 y 40 años y no tener otro trabajo que le impidiera estar trabajando por la noche.

Debían ser nombrados por la policía y ser personas de total confianza, puesto que se encargaban de la seguridad de los bienes y las personas. En sus inicios, las funciones que tenían era activar el alumbrado de la gran ciudad y hacer rondas nocturnas para preservar la seguridad en las calles. Con el tiempo, comenzaron a desempeñar otras funciones, como la de acompañar a los vecinos a sus casas y vigilar que no hubiera delincuentes por el vecindario.

Su uniforme consistía en un capote gris que más tarde pasaría a ser una bata del mismo color, una gorra de plato, un chuzo (palo para defenderse), un silbato y un manojo de llaves como el que representa el sello. Su presencia era fundamental a partir de la diez de la noche, cuando para entrar en la vivienda era necesario que el sereno abriera el portal. La persona que quería entrar en la vivienda alzaba el grito de “sereno” y éste acudía a su encuentro. Esta profesión se extinguió en los años setenta, aunque los que la conocieron nunca la podrán olvidar.