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SELLO | V CENTENARIO DE LAS CORTES DE TORO, JUANA I DE CASTILLA

V CENTENARIO DE LAS CORTES DE TORO, JUANA I DE CASTILLA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 4198


Temática: Efemérides

Fecha de puesta en circulación: 4 de noviembre de 2005

Procedimiento de impresión: Huecograbado

Papel: Estucado, engomado, fosforescente

Dentado: 13 3/4

Formato: 28,8 x 40,9 mm (vertical)

Valor postal: 0,28 €

Efectos en pliego: 50

Tirada: 1.000.000

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

Coincidiendo con la conmemoración del V Centenario de las Cortes de Toro, se pone en circulación un sello de Correos que recuerda este acontecimiento de gran interés en la Historia de España.

Tras la muerte de Isabel La Católica, en 1505 se reunieron en Toro las Cortes de Castilla para cumplir con dos importantes hechos: confirmar el testamento otorgado por la reina difunta, por el que se proclamaba reina de Castilla y heredera de todos sus reinos y tierras a su hija Doña Juana, y aprobar las Leyes de Toro, que habían sido redactadas poco antes del fallecimiento de la reina Isabel. Las Leyes de Toro se promulgaron el 7 de marzo de 1505 y recogen un total de 83 preceptos o leyes que resolvían múltiples cuestiones relacionadas especialmente con el Derecho Civil. A modo de resumen se puede señalar que las dos primeras hacen referencia a las Fuentes Legales, es decir, al orden de aplicación de los distintos sectores y cuerpos legales que integraban el ordenamiento jurídico de Castilla. De la 3 a la 46 tratan del Derecho Sucesorio; de la 47 a la 62 se ocupan del Matrimonio y de sus efectos; la 64, 66, 67 y 76 se refieren al Derecho Procesal; de la 68 a la 75 tratan de los Derechos reales y de obligación y, finalmente, desde la Ley 77 a la 83 se relacionan con materias de Derecho Penal. Las Leyes de Toro han permanecido vigentes hasta la promulgación del Código Civil, en 1889, y su importancia e interés han suscitado la atención y el estudio de los más célebres jurisconsultos de este país. Doña Juana (Toledo 1479-Tordesillas1555) fue reina de Castilla desde 1505 hasta su muerte, sin embargo nunca pudo ejercer como tal por trastornos psicológicos. Primero su esposo, Felipe el Hermoso, que murió repentinamente en 1506, y posteriormente su padre, Fernando el Católico, se hicieron cargo de la regencia del Reino Castellano. En el sello se reproduce una imagen de Juana I de Castilla pintada en óleo sobre tabla hacia 1500. Obra de un anónimo flamenco, ha sido cedida especialmente para esta emisión por el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.


Texto: Yolanda Estefanía

SELLO | BICENTENARIO DE LAS CORTES CONSTITUYENTES DE 1810

 BICENTENARIO DE LAS CORTES CONSTITUYENTES DE 1810

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 4551


Temática: Efemérides

Fecha de puesta en circulación: 1 de marzo de 2010

Procedimiento de impresión: Offset

Papel: Estucado, engomado, fosforescente

Dentado: 13 3/4

Formato: 28,8 x 40,9 mm (vertical)

Efectos en pliego: 50

Valor postal: 0,34 €

Tirada: 320.000

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

En San Fernando (Cádiz), entonces llamada Villa de la Real Isla de León, se celebró, el 24 de septiembre de 1810, la reunión de las primeras Cortes Generales y Extraordinarias de la historia de España. Este hecho sentó las bases de un Estado Democrático y de Derecho que ponía fin al Antiguo Régimen y daba paso a un nuevo sistema de organización política. Por primera vez se establecía la soberanía nacional, la división de poderes, la inviolabilidad de los diputados, la igualdad de derechos entre los españoles de la península y de Ultramar, la libertad de imprenta y la necesidad de elaborar una constitución, que vería la luz en 1812. Las Cortes de la Isla de León significaron el triunfo del diálogo entre las distintas ideas políticas y la necesidad de crear un nuevo orden social.

La reunión de las Cortes en San Fernando se debió a que, durante la Guerra de la Independencia, era el único territorio de España no ocupado por las tropas francesas. Allí acudieron más de un centenar de diputados procedentes de toda España y de los territorios de América y Filipinas que juraron, en la Iglesia Mayor: la defensa de la religión católica, la integridad de España y la liberación de sus opresores, conservar como rey a Fernando VII y a sus sucesores, y desempeñar fielmente el cargo para el que habían sido nombrados. Pronto aparecieron distintas tendencias, como los reformistas o liberales que defendían los principios de la Revolución Francesa; los absolutistas, partidarios del regreso del monarca (Fernando VII) y del reinado absoluto, a los que se llamó serviles; y el grupo de los americanos, preocupados por el futuro de sus patrias.

Las Cortes se instalaron en el Teatro de la Isla de León desde el 24 de septiembre de 1810 hasta el 20 de febrero de 1811, que se trasladaron a Cádiz, donde se promulgó la Constitución de 1812. Este primer texto constitucional, símbolo del liberalismo, fue abolido por decreto de 4 de mayo de 1814 por el rey Fernando VII. Por su resistencia al asedio francés, la Isla de León recibió el título de ciudad y cambió su nombre por el de San Fernando.