SELLO | MARIANO SALVADOR MAELLA

MARIANO SALVADOR MAELLA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 4358


Temática: Pintura española

Fecha de puesta en circulación: 5 de Noviembre de 2007

Procedimiento de impresión: Huecograbado

Papel: Estucado, engomado, fosforescente

Dentado: 13 3/4

Formato del sello: 28,8 x 40,9 mm (vertical)

Efectos en pliego: 50

Valor postal: 0,39 €

Tirada: 1.000.000

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO


El género pictórico del autorretrato se ve ahora plasmado con un sello dedicado al pintor neoclásico Mariano Salvador Maella. Este autorretrato de Maella está entre los fondos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. El autorretrato es el medio de expresión más íntimo de un artista porque implica plasmar sus propios rasgos su personalidad y deseo de ser inmortalizado. Este género tiene su razón de ser en la autoestima que desde el Renacimiento el artista tiene de sí mismo. El autorretrato permitía al pintor experimentar, en la soledad de su estudio, nuevas técnicas y lenguajes artísticos. En los retratos y autorretratos, la necesidad de representar la psicología del retratado motivó, con el paso del tiempo, un cambio radical en la expresión visual del género, acentuando aún más la importancia del gesto, la postura y la actitud o el movimiento del personaje representado como forma de comunicar un mensaje o sentimiento. Si bien los autorretratos desde el Renacimiento hasta finales del siglo XIX muestran a sus autores y a la vez protagonistas del tema con total verismo y realidad, los artistas de siglo XX otorgaron mayor importancia al color y a la identidad metafórica de retratado, pues aunque el rostro y sus rasgos se presentaran distorsionados, la identidad personal del retratado quedaba a salvo, llegaba a ser identificable.

El autorretrato de Mariano Salvador Maella (Valencia, 1739 – Madrid, 1819), también muestra al pintor en su juventud. Discípulo de Mengs y pintor de cámara en 1795, puesto que compartía con Goya, cultivó el retrato oficial y los temas religiosos. En su arte combinó el barroco dieciochesco con el neoclasicismo. Pasó varios años en Italia, donde aprendió la técnica del fresco, que luego plasmó en los murales y bóvedas del Palacio Real.


Texto: Francisco Vicent Galdón