SELLO | PARADOR DE OROPESA

PARADOR DE OROPESA

DATOS TÉCNICOS DEL SELLO

Número EDIFIL: 4168


Temática: Paradores de turismo

Fecha de puesta en circulación: 13 de junio de 2005

Procedimiento de impresión: Calcografía

Papel: Estucado, engomado, mate, fosforescente

Dentado: 13 3/4

Formato del sello: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)

Efectos en pliego: 50

Valor postal: 1,95 €

Tirada: Ilimitada

INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO

La serie denominada Paradores de Turismo se amplía este año con el sello dedicado al Parador de Oropesa, situado en la villa del mismo nombre, provincia de Toledo.

Poco se sabe de la historia antigua de Oropesa, que algunos autores le atribuyen un origen griego, pero lo que parece cierto es que el Rey Enrique II de Castilla donó estas tierras -con un viejo castillo, sus aldeas y términos- a García Álvarez de Toledo en recompensa por los servicios prestados. A principios del siglo XV, los nuevos condes de Oropesa construyeron sobre la antigua fortaleza el llamado palacio viejo, conservando la altiva torre central o torre del homenaje y las torres extremas. Un siglo más tarde, la edificación se amplió con la construcción de un palacio de planta rectangular de estilo renacentista español. Este hermoso conjunto -mitad castillo, mitad palacio- fue declarado Monumento Nacional en 1923 y en 1930 se convirtió en Parador de Turismo, pasando a ser el segundo de la extensa red de paradores que existe en la actualidad. Desde el Parador de Oropesa, situado en lo alto de un cerro, se contempla un bello paisaje de suaves colinas, con los trigales y arbolados de Campo de Arañuelo, que contrasta en la lejanía con la Sierra de Gredos y sus altos picos casi siempre nevados. En la fachada, de sólida mampostería, se aprecian más de cien balcones, ventanas y ventanucos; en el interior, espaciosas salas, suelos de ladrillo vidriado, escalinatas, patios, corredores y estancias. Se completa con nobles artesonados gótico-mudéjares en el comedor y en sus salas, donde se puede degustar el menú típico de la cocina toledana, como las migas de Arañuelo, la perdiz escabechada y los productos de temporada. Al igual que en otros Paradores de Turismo, en la decoración no faltan arcones, lámparas, cortinajes y mobiliario de época, así como alguna talla barroca. Los Paradores de Turismo se crearon hacia 1920 por iniciativa del marques de la Vega Inclán, primer promotor del turismo español, rehabilitando viejos castillos, conventos, palacios y monasterios. El primero fue el de Gredos, inaugurado por el rey Alfonso XIII en 1928. En el sello se reproduce una vista del patio interior del Parador de Oropesa, motivo de esta emisión.


Texto: Yolanda Estefanía