DATOS TÉCNICOS DEL SELLO
Número EDIFIL: 5652Temática: Varios temas
Fecha de puesta en circulación: 17 de abril de 2023
Procedimiento de impresión: Offset
Soporte: Estucado, engomado, fosforescente
Formato del sello: 40,9 x 28,8 mm (horizontal)
Efectos en pliego: 25
Valor postal: 1,65 €
Tirada: 125.000 sellos
Diseño: Fundación Camino Lebaniego
INFORMACIÓN SOBRE EL MOTIVO DEL SELLO
Junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela, Urda y Caravaca de la Cruz, el Monasterio de Santo Toribio de Liébana tiene el privilegio de celebrar el año Santo desde que le fue otorgado por una bula del papa Julio II en el año 1512, ya que en este lugar se conserva el trozo más grande de la cruz donde Cristo fue crucificado.
Destino de numerosas peregrinaciones, se decidió otorgar el Jubileo para poder así redimir los pecados a todo fiel que acuda a este lugar el año en que la festividad de Santo Toribio, el 16 de abril, cayera en domingo.
El pasado Año Santo Jubilar Lebaniego tuvo lugar en 2017 y está contabilizado en los anales eclesiásticos como el septuagésimo tercero.
En 2023 se celebra el número 74, y se volverá a abrir la Puerta del Perdón del santuario de Santo Toribio para obtener así la indulgencia plenaria.
Para disponer de dicha indulgencia hay algunos requisitos a cumplir: rezar, confesar y asistir a la Misa del peregrino. Es en el primer cuarto del siglo XII cuando se tiene la primera referencia sobre el monasterio con la nueva advocación de Santo Toribio. Era de propiedad real hasta que el rey castellano Alfonso VIII se lo cedió a los condes don Gómez y doña Emilia que a su vez lo cedieron al monasterio burgalés de Oña.
La construcción primitiva era de estilo prerrománico del tipo asturiano o mozárabe. Ya a mediados del siglo XIII se construye la actual iglesia cuyos gastos fueron sufragados por los files. Además de los peregrinos que tenían como final de su camino Liébana y visitar el Lignum Crucis en el Monasterio de Santo Toribio, muchos de los que tenían como objetivo llegar hasta Santiago de Compostela, hacían parada obligada en la localidad cántabra anhelando los poderes curativos y milagrosos que se le atribuían al santo y también, a la venerada reliquia.